jueves, 1 de febrero de 2018

CAP 15: El Centro del Saber



Ya cerca de la  biblioteca del Bastión, llamada "El Centro del Saber", Finred pudo observar detalles extraordinarios de la fortaleza. La ciudad estaba organizada alrededor de una gran pirámide denominada "El hogar de los Cuatro Hermanos" que debía su nombre a que cada pared del edificio estaba dedicada a uno de los cuatro hermanos menores; fuego, tierra, aire y agua. Este lugar era el más importante del Bastión Elemental por dos razones; por ser el lugar donde se custodiaba el Pergamino Elemental y por guardar la magia que mantiene el equilibrio de la ciudad. Gracias al extraño poder de la Pirámide, la gran superficie flotante estaba protegida por una burbuja de aire  que servía para mantener una temperatura adecuada. Al estar flotando a varios cientos de metros sobre Dambil, el frío y el aire eran casi insoportables e impedía el crecimiento de vegetación. Así pues, los magos idearon un poderoso conjuro  con el que crearon una atmósfera artificial que recreaba la temperatura y las condiciones que había en tierra firme. Era un hechizo ingenioso e importantísimo para la supervivencia de la ciudad y sus habitantes. 


            Alrededor de "El hogar de los Cuatro Hermanos"  se iban agrupando otros edificios importantes como la biblioteca, las salas de entrenamiento (donde se simulaban combates con hechizos y armas encantadas)  las casas de los miembros del Consejo y el cuartel general.

            Las Casas de curación o de descanso se encontraban cerca de la entrada al Bastión. Aunque era un edificio muy importante, decidieron instalarlo cerca de la entrada principal con el fin de poder atender más rápido a los heridos graves que llegaban a la ciudad. En las casas que  había a los lados de la calzada, habitaban toda clase de criaturas, pues no solo los miembros del Consejo vivían en el Bastión, había también  elfos, orcos, trolls  y duendes que, debido a su sabiduría y conocimientos, se habían ganado un lugar dentro de la ciudad. 


Así continuó el ascenso del mago-elfo mientras se deleitaba con la vegetación perfectamente ordenada que decoraba y daba vida al lugar. Pero lo que realmente lo maravilló era el Gran Manantial, un fabuloso rio que cruzaba todo el Bastión de Este a Oeste y que proporcionaba agua a toda la población. El origen de tal prodigio también estaba sujeto a la magia de la Pirámide pues, en vez de que el agua se precipitara al vacio, hacía una curva imposible para atravesar unas cuevas subterráneas, surgiendo de nuevo por el otro extremo del Bastión. De esa manera el ciclo se repetía una y otra vez como sí de una enorme fuente se tratase. Los saltos  y pequeñas cascadas creaban una música hermosa gracias a  los borboteos y susurros que emitía el agua al circular por su cauce y acariciar las rocas. 


            Por fin llegó Finred a la entrada de la biblioteca en la que destacaban dos estatuas a tamaño real de un hombre y una mujer. Las esculturas ocupaban los lados de la entrada como vigilantes inmortales. Las dos figuras permanecían erguidas y mostraban una postura orgullosa. La mujer portaba una espada en una mano y una pluma en la otra que representaban la fuerza de la palabra. El hombre sujetaba un bastón y un libro abierto, simbolizando la escritura y la historia como sustento de la civilización. El elfo cruzó el umbral y quedó maravillado al ver el interior del edificio. Sus techos eran altos y bellamente ornamentados, con arcos y filigranas imposibles. Las estanterías, prácticamente incontables, eran lujosas y estaban realizadas en una madera  oscura y de aspecto robusto. El agradable  olor a papel se mezclaba con un dulce aroma a canela transmitiendo una sensación de profundo respeto y tranquilidad, pues el silencio era absoluto. Ensimismado en tanta grandeza estaba el elfo cuando una mano se posó sobre su hombro con delicadeza.


- ¿Puedo ayudarle en algo? - interrogó con amabilidad la voz-.

            Finred se dio la vuelta y descubrió a una hermosa humana. El elfo no pudo evitar sorprenderse pues le pareció que aquella muchacha era la más bella de las criaturas y quedó prendado al instante sin apenas poder articular palabra. La joven, viendo que el elfo estaba ensimismado,  tomó la iniciativa y comenzó a hablar.

- Bienvenido a la biblioteca, mi nombre es Rosa descendiente de los Flaimer y guardiana de la biblioteca. ¿Necesita algo? Sería un placer ayudarle -añadió con cortesía-.


            Rosa era la  guardiana del edificio, su labor era impedir que los libros fueran robados o maltratados por los visitantes. Su trabajo era importantísimo pues era la responsable de guardar y proteger los tomos más antiguos de Dambil. No obstante no era casualidad que fuera designada para ese cometido pues, aún siendo una joven miembro del Consejo, había demostrado altas cualidades para la magia, siendo una de las más poderosas hechiceras de la ciudad. Además, en la elección del líder de los 18, Rosa había quedado en segunda posición solo unos votos por detrás de Luis Gabriel, el actual líder. En caso de desgracia o de que el muchacho decidiera abandonar su cargo como jefe, Rosa sería la responsable de liderar el Consejo. Su carácter e instinto de protección, así como una mente astuta y rápida, la convertían en una alternativa altamente capacitada.   


            Finred no acertaba a decir nada, pues  seguía observando a la guardiana que le sonreía amablemente. Su sonrisa cálida y traviesa mantenía hipnotizado al elfo. Vestía una túnica color turquesa ceñida con un cinto de plata que hacía contraste con su piel de color caramelo. Su cabello, moreno y bien cuidado, estaba suelto en una melena y solo era sujetado por una tiara de plata que sostenía una perla azul sobre la frente de la joven. Sus orejas estaban adornadas con unos pendientes a juego con la tiara y le daban el aspecto de una antigua reina. Por fin el mago consiguió articular palabra y dijo:

- Ejem...- carraspeó para aclarar la voz-  bueno no sé si podrá ayudarme, estoy buscando algo de información sobre el Innombrable.

-¡El Innombrable!- el rostro de Rosa se tornó serio, como si el asunto le molestase- ¿A qué se debe ese interés si puede saberse?

 - Verás- trató de explicarse el elfo- mi nombre es Finred y...

            No llegó a terminar la frase cuando Rosa le interrumpió pero esta vez con otra sonrisa en su cara.

- ¡Podía haber empezado por ahí! Así que vos sois Finred el mago que ha traído a Titón de vuelta. Permítame agradecerle su esfuerzo, ha demostrado ser leal y valiente -dijo haciendo una pequeña reverencia-.  


            Finred sonrojó ligeramente no era fácil de explicar pero  eso de  que lo llamara leal y valiente lo había agradado.

Rosa continuó hablando:

- Dígame Señor Finred ¿Por qué tiene interés en un asunto tan oscuro como la historia del Innombrable?

Finred con un poco más de confianza hizo una aclaración:

- Por favor no me trate con tanta formalidad y no me llame Señor, no creo que haya mucha diferencia de  edad entre nosotros.

            Rosa estuvo de acuerdo en que ambos se trataran con menos formalidades y Finred se explicó con más soltura:

- Dentro de poco todos seremos convocados a una gran asamblea, los últimos acontecimientos en Dambil no son buenos y las noticias de tierra firme son muy oscuras. Yo mismo me vi obligado a abandonar mi hogar al ser invadidos por un ejército de esqueletos y cadáveres andantes. Ahora parece que hay ciertos rumores sobre el Innombrable y las tierras de Siempreinvierno pero mis conocimientos son escasos al respecto. Tenía la esperanza de encontrar respuestas en los libros.

La joven Flaimer dijo reflexionando:

- Mmmm... En esta biblioteca hay gran cantidad de libros sobre ese tema y solo buscarlos y clasificarlos te llevaría varios días, no hablemos entonces del tiempo que llevaría leerlos. Pero creo que sé quién puede ayudarte, acompáñame -añadió finalmente con cierto entusiasmo-. 


            El elfo y la guardiana pasearon por la biblioteca, y así estuvieron durante varios minutos pues la sala era inmensamente grande. Por fin llegaron a una pequeña estancia en la que había unas mesas bien acondicionadas para la lectura. Al fondo, casi invisible, se hallaba una figura esbelta, que organizaba libros en las estanterías con un frenesí hipnótico. Se acercaron y Rosa le interrumpió:

- ¡Bienhallada Maestra Victoria!- dijo Rosa acercándose.

Victoria interrumpió su actividad y se giró para responder al saludo de la muchacha:

- Hola guapa – dijo con su habitual tono cariñoso- ¡Vaya, veo que vienes muy bien acompañada!- añadió al observar al elfo con una pícara sonrisa.

Rosa no pudo evitar que la sangre se concentrara en sus mejillas haciéndola sonrojar. Ella ya había observado que el elfo era muy guapo pero había intentado disimilar lo mejor posible su atracción. Como siempre, aquella maestra, con su jovialidad y sonrisa perpetua había visto más allá de su apariencia imperturbable.

- Este es el elfo que trajo a Titón de la superficie y parece que tiene interés por un tema que tú  conoces muy bien – dijo Rosa tratando de disimular su rubor-. 


            Al conocer que Finred había sido el salvador de Titón, la maestra se adelantó para saludar correctamente al invitado. Al acercarse los rayos de luz que se filtraban por las altas cristaleras, incidieron en su rostro iluminando su preciosa sonrisa.  Aquella mujer llevaba tanto tiempo trabajando en el Bastión que no podía evitar sentir cierta ternura por todos los miembros del Consejo pues los había visto crecer desde su más tierna infancia. Sus rasgos eran delicados y suaves. Poseía una  voz aterciopelada, llena de matices que atraían la atención y calmaban el alma. El elfo trató de adivinar su edad, pero se vio incapaz de resolver tal enigma, aquella aura jovial y esa espléndida sonrisa contrastaban con unos ojos profundos que hablaban con sabiduría. Su cabello, rubio como un amanecer otoñal tenía un corte exageradamente corto que  delataba su pasado como  luchadora y guerrera. De hecho, Finred pudo distinguir como, bajo la capa, llevaba una preciosa armadura de color azul celeste que estilizaba la figura de la maestra. Era un Guerrera de la Brisa pues así lo demostraban los galones que colgaban de sus hombreras. Los Guerreros de la Brisa formaban  una orden de luchadores dedicados al entrenamiento del cuerpo y de la mente. Estaban especializados en el manejo de la lanza y eran letales con ella pero además pasaban largas horas estudiando y cultivando la mente. El lema de esta orden era: "Lucha para defender. Lee para lograr la paz". Obligada a luchar para defender a los suyos, pasó muchos años resolviendo conflictos por todo Dámbil. Fueron tantos sus logros que la ciudadela la invitó para que formara parte de los instructores y maestros que debían adiestrar y formar a los miembros del Consejo. Desde entonces había dado rienda suelta a su pasión; los libros y todo el tiempo libre del que disponía, lo ocupaba leyendo y haciendo de la biblioteca un lugar más acogedor. 


Victoria puso una mano sobre el hombro de Finred y con una sonrisa le dijo:

- Si has traído a Titón con vida estoy en deuda contigo. Desde ahora te consideraré mi amigo y te ayudaré en lo que necesites. Dime ¿qué necesitas saber?

- Necesito información acerca del Innombrable, parece que hay temores de que vuelva a reaparecer en las tierras de Dambil -dijo Finred que extrañamente se sentía muy cómodo en presencia de la maestra a pesar de que no la conocía de nada-.

Victoria hizo un gesto invitando a Finred a que tomara asiento en las sillas que rodeaban la mesa. Rosa hizo lo mismo, le encantaba prestar oídos a una buena historia y su maestra era una excelente narradora.

- Las noticias que hay del Innombrable no deben preocuparnos, pues nunca podrá regresar a no ser... -Victoria quedó pensativa un momento-... olvidadlo es imposible que suceda. De todos modos conviene empezar por el principio.

La maestra se acomodó en la silla:

- El relato  que voy a contaros es terrible pero a la vez esperanzador pues también se cuenta la historia de amor más bella jamás contada.
            Al escuchar la palabra amor, Finred miró furtivamente a Rosa, una punzada de ilusión y melancolía cruzó fugazmente su corazón. Suspiró y presto sus oídos al relato que comenzaba Victoria.

5 comentarios:

  1. madre mia como crece esto hasta sale la seño Victoria maestro te a salido perfecto
    Luis

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  2. maestro muy buena la historia la otra historia que hagas que sea de pac-man el limón

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  3. que chuleta maestro teiya

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  4. Que maestro mas inteligente Pepi

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  5. Me encanta la historia pero haber cuando me sacas ami yumara

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