Una tarde lluviosa, de invierno Daniel llegó a casa de su
abuela.
-Abuela ¿por qué no me cuentas una
historia? -dijo Daniel -.
- Vale, pero tienes que estar callado.
Hace muchos años, empezó la abuela, había un rey llamado Far Cofares. El rey era
muy avaricioso, quería formar una familia pero
no había encontrado a la mujer adecuada. Todas lo querían solo por sus
riquezas.
Un día, el rey se dio cuenta de que tenía en su bolsillo una
pequeña gema rosa, se preguntó qué hacía ahí. Pero no le tomó atención así que
la tiró porque bastante oro y piedras
preciosas tenía ya.
Un joven que iba
caminando por la calle con sus amigos se encontró la gema que había tirado el
rey Far Cofares.
-Vaya, que piedra más bonita -dijo entusiasmado.
Desde ese día cada vez tenía más y más riquezas y fortuna
hasta que un día se volvió totalmente loco por la avaricia. Al final fue
perdiendo a sus amigos y familia hasta que lo perdió todo menos sus riquezas. El
joven todas las noches dejaba su piedra en la mesita, siempre la llevaba con
él.
Hasta que un día, en su mansión entró un ladrón de madrugada
para quitarle la piedra.
Hasta ahora no se ha sabido nada del rey Far Cofares ni de
ese tal joven.
Pero hace poco una mujer
llamada Ester…
- ¡Abuela se llama como tú!-dijo Daniel impresionado.
- Daniel me has dicho que vas a estar callado-dijo la
abuela.
- Perdón-dijo Daniel agachando la cabeza.
- Puedes hablar pero para hacer preguntas ¿vale?
Esa mujer no era nada especial pero, un día estaba caminando y un hombre se chocó
con ella y le dijo
- Toma, necesitarás esto- le cogió la mano y le puso encima
una preciosa piedra.
Y no volvió a ver a ese hombre nunca más.
A Ester también le daba riquezas esa piedra pero ella sí que
lo necesitaba porque era muy pobre.
Pero a ella no le podía la avaricia, ella sabía lo que era ser
pobre así que la piedra sacó su segundo poder que nadie se esperaría
-¿Abuela que le pasaron al rey y al joven?-pregunto Daniel
con los ojos como platos-
-Ya lo sabrás a lo largo de la historia- dijo la abuela
recolocándose en la hamaca-
El segundo poder era que solo que predecía cosas horribles
que no se podían evitar.
Y si alguien se deshacía de ella o si se la robaban, la
piedra atrapaba a su dueño dentro de ella para siempre.
Ester no podía vivir mas así y quería descubrir de donde
había salido esa gema, así que fue a investigar. Hablo con todos los miembros
de la tribu de tierra pero nadie sabía nada.
Pero por ultimo fue a visitar una fábrica que hacían piedras preciosas y
gemas de todo tipo.
Cuando llegó lo primero que vio fue un hombre encapuchado
que estaba fabricando la misma piedra.
Ese lugar era un sitio grande, oscuro y hacía mucho frío.
-Hola-dijo Ester con miedo.
-¿Sí?-respondió él-
- Querría saber ¿para qué sirve esta piedra?-dijo Ester-
-Esa piedra es buena-dijo el hombre sonriendo-
-¿Por qué?-dijo Ester interesada-
-Si quieres librarte de ella vas a tener que formar una
familia- dijo el hombre-
-¿Y por qué es buena?- dijo Ester-
- Este piedra te hace multiplicar la raza humana que se está extinguiendo- dijo el hombre
sonriendo.
- Por eso el rey y el joven no estaban casados, y no se han
vuelto a ver porque se metieron dentro de la gema para siempre-dijo Daniel interrumpiendo
otra vez a su abuela.
-Parece que has escuchado bien- dijo la abuela.
- Abuela ¿cómo te sabes tú esa historia?- dijo Daniel
interesado-
- Porque yo soy la Ester de la historia, toma ahora te toca
a ti, cuando seas anciano tienes que contar la historia y pasaras la piedra que
yo te estoy dando al nieto que cuentes
la historia- dijo la abuela poniéndole la piedra en la mano. Y recuerda formar
una familia- terminó la abuela-.
Escrita por Elisea de Castro Amador
Elísea me ha encantado tu historia,has cambiado en comportamiento, por lo menos conmigo, sigue así te hace ser mejor ya sabes camino del nivel 2!!!!
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